jueves, 15 de agosto de 2013


El patrocinio es una poderosa herramienta de comunicación que proyecta la personalidad de la marca y mejora las relaciones de la empresa con sus diferentes entornos. Sin embargo, en esta modalidad de comunicación el patrocinador no controla los componentes del mensaje, lo único que consigue es exhibir su logotipo y no puede transmitir otros mensajes como los beneficios o atributos de su producto, por lo cual un buen mensaje es muy importante y muy efectivo para impregnar la personalidad de la marca en la mente del público.

La intención de los patrocinios estratégicos es muy notoria en las marcas que buscan fortalecer sus atributos de imagen

Cuando una empresa patrocina a un deportista o a cualquier tipo de evento, el mensaje implícito de la marca es su identificación con los valores del competidor o del evento.
Todo patrocinador espera que su contribución económica sea recompensada con una excelente presencia de marca y un buen desempeño del patrocinado, pero también exige un comportamiento responsable de este.


Por otro lado, cualquier marca que patrocina un evento, un deportista, un artista o cualquier tipo de actividad de carácter público corre el riesgo de que su reputación quede afectada por algún exceso inadecuado que cometan sus patrocinados, lo cual puede conducir al rechazo de los productos o servicios por parte de los consumidores, situación que se ve reflejada en el mercado.

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