viernes, 16 de agosto de 2013



La aparición del televisor en Colombia, hace unos 60 años, cambió la forma de consumir información: ya no llegaba sólo en los periódicos o por la radio. La imagen apareció y hasta la publicidad empezó a ser más efectiva. El tiempo pasó y la interacción con el aparato a través del control se puso de moda. 

Piense que le podrá hablar a su televisor tal cual como lo hace cuando toma su celular y hace una llamada. Subir volumen, bajarlo o cambiar el canal, por ejemplo, con tan sólo decírselo. O, mejor aún, basta con que levante su brazo y le haga una leve señal, un gesto, para que el equipo reciba su orden. 

Y el control, ese que revolucionó la forma de relacionarse con la caja mágica, aquí viene en una versión mejorada con un sensor táctil: sólo necesita deslizar su pulgar sobre la superficie de unos 2x2 centímetros para navegar en Youtube, leer las últimas noticias publicadas en los medios de comunicación o enlazarse en una vídeo llamada con sus familiares que viven al otro lado del mundo.
Las marcas quieren llevar al consumidor a una experiencia totalmente diferente, buscan la interacción entre usuarios. 

Estos televisores vienen con cuatro núcleos y eso significa, como en los teléfonos, mayor velocidad de procesamiento de datos. 

Ver vídeos, bajar películas, todo lo procesa más rápido y se logra una mejor experiencia.

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