lunes, 19 de agosto de 2013



La genética de un perro no  influye en su carácter, lo que influye es su educación.
Muchas veces personas, y/o criaderos sin escrúpulo, dedican su tiempo a criar mascotas de manera inadecuada, sin darse cuenta que pueden estar causando problemas físicos y psíquicos en los animales.  Muchos de nosotros catalogamos de peligrosos a algunos perros simplemente por su apariencia, ya que esta inspira temor, pero dejamos de lado el hecho de saber que son simplemente perros, muchos en manos de amos irresponsables quienes han usado la apariencia agresiva del animal para volverla algo real.
Varios de los perros a los que catalogamos peligrosos, jamás harían daño a nadie. Pero con los desagradables sucesos que la prensa se encarga de contar con demasiado amarillismo, las personas empiezan a discriminar a estos animales. La mayoría de los perros que muerden a personas, son perros que se creen líderes, perros a los cuales nos encargamos de darles con  nuestro comportamiento derechos y obligaciones.

Mucha gente tiene en casa el típico perro mestizo con el que creen estar seguros y al que jamás catalogarían como “potencialmente peligroso”, pero esto puede ser un arma de doble filo. Al no educarlo correctamente, y si desde pequeño le han dejado claro que él manda, el animal  se  sentirá líder y si algún miembro de la familia hace algo que solo debe hacer él, la agresividad del animal está garantizada, lo que puede desencadenar un suceso de violencia no deseado si se está en convivencia con niños.

Para ser un buen amo primero tenemos que escoger bien, y siempre pensando en cómo es la persona y el perro para evitar conflictos futuros, una persona poco segura de sí misma no debería adquirir ningún perro como el Rottweiler o el dogo alemán, caso contrario a una persona demasiado dominante ya que esta no podría educar bien a un Carlino. Un Doberman por ejemplo puede ser agresivo, pero con una educación adecuada será un perro muy mimoso y el compañero de juegos de nuestros hijos, asimismo un Caniche puede llegar a morder, y un Chihuahua puede ser un perro muy agresivo, estos son ejemplos para tener en cuenta que debemos informarnos sobre la raza  y saber si somos capaces de educar perfectamente a nuestra mascota.  Así que antes de comprar un ejemplar, debemos saber para qué fue creada dicha raza y si sabremos darle una educación adecuada, pero ante todo debemos tener en cuenta que los perros son de una especie totalmente diferente a nosotros y tienen otra manera de ver el mundo.

Finalmente recuerda que para ser un buen amo de mascota hay que ser autoritario, tener mucho sentido común y no utilizar la violencia.









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